A.O.T
A Otaku Tale
Escrito por:
Andrés Lechuga H.
Capítulo 11:
[Facebook y la Radio].
Dos largos meses
han pasado ya desde que Suzuke y Kei abandonaron el proyecto Otakus de Nogales
Sonora. Desde entonces no han mencionado el tema ni una sola vez, ni si quiera
para bromear. Y en uno de aquellos días, Kei se despertó, se lavó la cara y fue
a su comedor; encendió la televisión sin buscar algo que ver, así que el canal
Xeny News quedó de fondo de la habitación.
Se trataba de
una radio/televisora que transmitía por televisión y radio al mismo tiempo.
—¡Y hoy,
nuevamente se menciona lo que los nogalenses llaman: El desastre misterioso del
Periférico y la Obregón! —presentó el locutor—. ¡Tenemos a nuestro reportero
Pablo Bórquez!
—¡Gracias, Josué! —dijo Pablo—. Ya han pasado tres meses
desde que ese misterioso desastre afectó a la ciudad. Estuve reuniendo información,
y fui a encontrarme con oficiales que se encontraban en el reten de los Pimas
en el Periférico... —explicó.
—¡¿Qué ha
dicho?! —se dijo Kei.
En eso el
teléfono de la casa comenzó a sonar; se acercó a ver en el identificador de
llamadas, era Suzuke.
—¿Qué pasa, Suzuke? —preguntó.
—¡¿Estáis
viendo el canal Xeny?!
—Sí, Suzuke, y
deja de hablar como español, no te sale para nada el acento.
—Vale, vale...
Ejem... —aclaró su garganta—. Qué aguafiestas eres... Bueno, te iba a decir que
no hay que hacer caso a lo que digan en los medios. Nadie tiene grabado nada,
todo fue demasiado rápido. Recuerda que yo mismo le rompí el celular a un vato
que nos intentó grabar cuando luchábamos en el cielo cerca de la UVM. No hay de
qué preocuparse, lo único que tienen son hechos narrados por testigos, ni fotos, ni vídeo, ni nada.
—De hecho,
comenzaba asustarme, lo que dices me tranquiliza.
—En fin, iré a
desayunar, adiós... —colgó.
—Adiós,
provecho.
Kei colgó el
teléfono mientras continuaba escuchando a los locutores y reporteros hablar.
—Según estos
policías, dos personas no identificadas aparecieron corriendo de la nada, y de
alguna extraña manera crearon una ventisca que les hizo caer azotando al
suelo. Y lo mismo dicen varios testigos,
ya estuvieron de invitados en programas pasados. A uno de estos se le arrancó
la puerta del auto y se le arrebató la bebida que estaba por ingerir. Otros, un
grupo de hombres fueron golpeados gravemente por uno de estos.
El sonido del
cereal resbalándose por el tazón del desayunó distrajo la atención de Kei por
unos segundos. Cuando este volvió en sí, el reportero ya había avanzado en la
crónica.
—Y todo terminó
al parecer en la aduana del kilómetro veintiuno, los sujetos saltaron por sobre
la barrera aduanal con impunidad. Se cree que estas personas son adolescentes, y
que en el momento de sus acciones usaron alguna clase de patines o calzado
especial para poder deslizarse tan velozmente.
Kei terminó su
cereal con pan tostado; guardó la caja y la leche, y aventó a la mierda los
platos al fregadero. Entró a su cuarto, encendió el ordenador y se puso como
desconectado.
—Veré Onegai
Teacher antes de hablar con Suzuke —se dijo.
Los minutos,
los días, las semanas, y meses se fueron volando. Pasaron diez enormes meses en
los que nuestros héroes descansaron sin preocupaciones, viviendo su vida, pero
un día cualquiera, a Kei le llegó un mensaje a la bandeja de correo
electrónico. Se trataba de una invitación a una página llamada:
"Facebook", lo abrió y el correo decía lo siguiente:
"Eh, tú pendejo, ¿no tienes
Facebook aún? Pero si serás anti social, todos estos amigos tuyos ya están en
Facebook: Roberto Bolaños, Eduardo Gutiérrez, Luis Torres, ¡y muchos más! ¡¡Así
que no seas una nena mamona y únete ya a la mejor red social de todas... !! (Si
no es ahora, de todas maneras más tarde lo terminaras haciendo... Hahaha, no puedes
escapar).
Atte: Marck Zuckerberg (heart)
—¿Qué onda con
esto, qué es Facebook...? —pensó Kei.
—¡Oye! —le
mandó Suzuke por MSN.
—¿Qué pasó?
—contestó.
—Nada, aquí
viendo vídeos de Yayo Gutiérrez, ¿y tú?
—Viendo algo de
una red social, un tal Facebook.
—¿Qué es eso?
—preguntó Suzuke.
—No sé aún,
estoy entrando.
Bastó con unos
cinco minutos para que Kei creará su perfil en Facebook. Velozmente sus amigos
de la escuela lo agregaron.
—Así que, ellos
también están registrados aquí... —se dijo—. Mira —le escribió a Suzuke—. Aquí
te paso el link para que te registres.
—Okey,
veamos... —contestó.
Suzuke no habló
por unos diez minutos, se mantuvo explorando la red social, agregando a amigos
y analizándola.
—¿Quizá, esto
podría...? —pensó—. No, no volveré a esa época, desesperación y depresión; pero
es cuestión de buscar primero, no puedo hacer nada sin antes verificar.
Suzuke comenzó
a buscar otakus de Nogales en Facebook, y para su sorpresa encontró al menos
unos treinta de una sola vez.
—Esto es...
¡¿tan fácil fue?! —saltó de la silla—. ¡Me malpase, deprimí, lloré, enojé y
más! ¡¿Para que en cinco segundos encontrará a más de treinta otakus?! ¡Puta
madre! —gritó—. ¡Kei! —escribió.
—¿Cómo viste el
sitio?
—¡Ven a mi
oficina ahora mismo, tenemos que hablar!
—Eh, claro,
pero... ¿sobre qué...? —preguntó extrañado.
—Tú no
preguntes y ven, ya veras...
Cuatro horas
después.
—Entra ya Kei,
no importa tu pinche retraso... —le dijo.
Kei y Suzuke se
sentaron, abrieron unas sodas y empezaron a charlar.
—Te seré
objetivo, no pude evitar probar esto. Ya que no lo olvidé del todo, a pesar de
no hablar del tema, de vez en cuando lo recordaba.
—¿Otakus de
Nogales Sonora, no?
—Correcto...
Mira... —le mostró el monitor—. La primea vez que busqué hace unas cuatro
horas, encontré a unos treinta otakus de Nogales de una sola vez —dio clic para
la siguiente página—. Media hora después otros cuarenta —avanzó más—. Y dos
horas atrás veinte más... ¿sabes lo qué esto significa? —preguntó.
Kei colocó su
vaso sobre el escritorio y observó bien la pantalla.
—Noventa otakus
en menos de cuatro horas aquí... Menos de 3 en más de un mes... ¿por qué no
sabíamos de este sitio, Suzuke? —volteó a mirarlo.
—No tengo idea,
pero dejemos eso de lado —se puso de pie—. Olvidemos un poco el pasado, ahora
es el presente (obvio, pendejo), usemos a Facebook como el arma súper poderosa
que es, sin conocer a nadie de estas personas, fuimos capaces de encontrar su
perfil personal, esto es malo en cierta parte, pero para nosotros es bueno...
—Tienes razón,
es terrorífico que alguien pueda encontrar tus datos personales con la acción
mínima de un clic, pero entonces, ¿quieres revivir el
proyecto, Suzuke?
Un minuto pasó
y entonces...
—¡Hay que
hacerlo! —exclamó.
—¡Entonces a
iniciar de nuevo! —exclamó Kei.
Ambos chocaron
palmas y se vieron a los ojos, como nenas que son.
—Y... ¿ahora
qué? —dijo Kei.
—¿Un Brawl
primero? —propuso Suzuke.
—¡Te patearé el
trasero! —anticipó.
—¡Eso está por
verse, zorra! —negó.
Y nada,
comenzaron al siguiente día.
Suzuke y Kei
crearon el Facebook: Otakus de Nogales Sonora: https://www.facebook.com/otakusdenogales y poco a poco, los noventa otakus
nogalenses se agregaron al perfil.
—¡Esto va bien!
—se dijeron los dos.
—Me emociona
mucho —comentó Suzuke.
—La verdad, hay
que seguir buscando...
—Suzuke, este
mensaje también va para Kei, se lo pasas porque no está conectado —envió.
—Está aquí
conmigo de hecho, también lo leerá.
—Par de
jotos... —pensó—. Bien, les aviso que ya no existirá Radio Pocky, mi socia y yo
ya no pudimos pagar el servidor, además de que estamos ocupados con otros
proyectos de la vida real, este era más un pasatiempo que algo serio, así que
el mando de una nueva radio pasará a manos de Nic, Radio Anime Obsesión o un
rollo así trae el vato, de todas formas, muchos ya de Pocky se pasaron a esa,
ustedes fueron los últimos en ser avisados, y sin más que decirles me despido.
Ya no estaré en este Skype, fue un gusto conocerlos, saludos y hasta siempre.
—Hasta
siempre... —le alcanzó a escribir.
Suzuke y Kei
iniciaron con su nuevo programa en Radio Anime Obsesión a un mejor horario;
cambiando su nombre de Insomnio a ¡Anime Time! Pero no se sintieron a gusto con
el nuevo jefe Nic, sólo hicieron como dos programas, dijeron excusas para no
hacer más programas unas semanas y finalmente renunciaron, y días después, una
tarde caminando por la calle, bueno no, más bien por la banqueta, si no los
atropellarían a la chingada.
—Sabes Kei, he
estado pensando en algo, y creo que eso nos puede ayudar a mejorar el proyecto
de Otakus de Nogales Sonora...
—¿Sí, de que se
trata? —preguntó curioso.
—Bueno, escucha,
aprendimos mucho de Radio Pocky; Nic y otros locutores, así que creo que somos
capaces de hacer eso, ¿no crees? —explicó.
—¿Y eso a qué
viene...?
—Tú sabes, una
radio otaku en Nogales, tenemos experiencia... Otakus de Nogales...
—Conque eso
era... —Kei sonrió.
—¿Entonces...?
—sonrió Suzuke.
Ambos chocaron
manos y dijeron al mismo tiempo.
—¡Hagamos una
radio! —exclamaron alzando sus brazos en media banqueta—. ¡La primer radio
otaku de Nogales, Sonora en línea!
¿De verdad eran
tan pendejos como para no conocer Facebook? ¿Cómo se llama el jefe de Radio
Pocky? ¿Quién es Nic? ¿Cómo se llama la socia del jefe? ¿Les saldrá bien todo
este desmadre? ¿El próximo
será el último capítulo de la primer fase?
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