A.O.T
A Otaku Tale
Escrito por:
Andrés Lechuga H.
Capítulo 10:
[Descuido].
Capítulo 10:
[Descuido].
—¿Dices que
abandonas el proyecto? —preguntó Suzuke—. ¿De qué estás hablando?
—Como dije,
esto está comiendo demasiado tiempo —escribió.
—Entiendo...
—Pero no seas
nena, no por esto dejaremos de ser amigos.
—Hahaha, ya lo
sabía, idiota —se sonrojó.
Los días fueron
pasando con velocidad, entonces en una ocasión mientras Suzuke miraba imágenes
graciosas de YahooRespuestas, se le ocurrió una idea un tanto estúpida.
—¡Haré una
pregunta para buscar a otakus de Nogales! —se dijo alegre.
Cada cuarenta y
cinco segundos actualizaba la página con la pobre esperanza de encontrar una o
más respuestas, pero no sucedió nada.
Entre bostezos
y pestañeos somnolientos se dieron las dos de la mañana.
—¡Mierda! ¡¿Ya
es tan tarde?! Bueno, seguro más tarde habrá respuestas, seguro que sí.
Una semana
pasó, y Suzuke, al darse cuenta del fracaso de proyecto que tenía, decidió
hablar con Kei al respecto.
—Tenías
razón... —le escribió.
—¿Sobre qué? —contestó extrañado.
—Lo del
proyecto, creo que ya lo abandonaré. Sólo me hizo gastar tiempo innecesario,
pude haber hecho algo de mayor importancia que buscar otakus que no existen.
—Qué bueno que
al fin recapacitaras, perdimos mucho tiempo en algo que nunca iba a prosperar,
mejor hay que hacer otras cosas como dices, ¿no?
—Así es, pero
no lo dejaré del todo en sí; quizá lo intente años más tarde.
—Déjalo por
ahora, no pienses en nada más.
—Está bien...
—contestó después de un rato.
Mintió, en
secreto continuó revisando el canal de YouTube por aproximadamente un mes más
al que le dijo a Kei, pero después lo dejó finalmente. El resto del tiempo
Suzuke y Kei transmitieron en una radio en línea, de la cual habían estado
ausentes desde que iniciaron el proyecto Otakus de Nogales Sonora. Está radio
se llamaba Radio Pocky; en la cual ambos tenían un programa a las diez de la noche llamado Insomnio,
donde hablaban de anime, manga, frikadas y demás cosas otaku.
—¡Comenzamos
con Insomnio! Tu programa favorito a estas altas horas de la noche. Los saluda
Suzuke Amaterasu.
—¡Los saluda Kei
Bitt! —exclamó con tono mamón de locutor de radio—. En el programa de hoy
tendremos noticias sobre los nuevos animes de temporada verano-otoño,
información sobre la salida del relleno de Naruto Shippuden, ¡y mucho más!
—¡Así es!
—mismo tono que Kei—. Son las diez con dos minutos de la noche, vamos con esta
canción que seguramente todos conocerán, ¡vamos y regresamos aquí en la radio!
—¡Radio Pocky
80.05!
—¡Explotando
tus sentidos! —gritaron ambos al micrófono.
—Sí, empezamos
bien, ¿no? —se halagó Suzuke.
Entonces a los
días posteriores, Suzuke recordó aquella chica del grupo de MSN de Mierminda,
Los Amantes del Anime. Uzuki Takanori, no estaba conectada, y hace tiempo le
había rechazado la invitación a Suzuke
para hablar por chat, como fue hace mucho, quiso intentarlo de nuevo.
Al pasar de las
horas, ella milagrosamente se conectó.
—Hola —le
escribió Suzuke veloz, que pinche desesperado.
—Hola...
—contestó Uzuki.
Y antes de que
Suzuke pudiese escribir algo, Uzuki le mandó un mensaje velozmente.
—¡Tú! ¡¿Acaso
eres Suzuke Amaterasu?! Ese wey del proyecto de Otakus de Nogales Sonora, ¿no?
—¿Eh? Sí...
¿cómo lo supiste? —se sorprendió.
—Por todos los
chingados mensajes que no paraste de enviarme donde decías que buscabas otakus
en Nogales... Por eso... —escribió creídamente.
—Ah, eso lo explica todo...
—Igual, ¿cómo
conseguiste mi correo?
—Este... Por el
grupo de esa Mierminda, Los Amantes del Anime.
—Así que por
eso.
—Sí.
—Tengo que
salir, adiós.
—¡Que te vaya
bien! Hasta luego.
Y en cuanto
ella se desconectó, Kei había iniciado sesión.
—¡Kei, weon!
—Suzuke envió zumbido.
—¡Pinche
Suzuke, asesino!
—¿Eh, qué pedo
con tu vida? —preguntó.
—Ósea wey,
ósea... ¿qué no sabes que por cada zumbido que envías un chino muere?
—¡Hahahahaha!
No seas mamón, Kei.
—Hahaha, y qué,
¿qué haciendo?
—Terminaba de
hablar con esa chica Uzuki.
—¿La que
supuestamente usarías para Otakus de Nogales Sonora?
—No menciones
ese proyecto, además, es bueno conocer gente nueva, y lo de usarla era broma,
quisiera hacerme su amigo.
—Sí, en eso
tienes razón.
—Sí, quién sabe
que podría pasar en el futuro con esta chica, es hostil, pero me cayó bien la
tipa.
—Qué bien,
Suzuke —escribió—. Oye vengo, tengo unas cosas que hacer.
—Bien.
¿Este capítulo
te pareció aburrido, verdad? ¿Tendrá Uzuki un papel importante en el futuro de
esta chingadera de historia llamada A.O.T.?
¿Retomaran nuestros héroes el proyecto? ¿Cuánto creen que gano como
narrador de esta madre?
Todas esas
preguntas con respuesta (otras no) y más en el próximo capítulo de... A Otaku
Tale.
Próximo
capítulo: Facebook y la Radio.
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